lunes, 10 de febrero de 2014

Bisoño y bizarro

«Rampín: ¿Qué hacéis? Mirá, que os llama un mozo de un novicio bisoño». (F. Delicado, La Lozana Andaluza, 1528)

No era Delicado proclive a las redundancias pero, a la fecha en que escribió la Lozana, lo de “novicio bisoño” tenía todavía su miga. Y es que, según parece, la palabra bisoño viene de cuando los reclutas españoles eran enviados a Nápoles a sostener las guerras contra el francés y el papado, allá cuando el siglo XV moría a manos del XVI. Tan escasos debían llegar aquellos de bienes y bastimentos que lo primero que aprendían de la lengua napolitana era bisogno: bisogno chisto, bisogno chillo… (necesito esto, necesito aquello...). Con tan parco y lamentable vocabulario nada tiene de extraño que los súbditos napolitanos les pusieran el mote de “bisoños” a estos novatos, que los italianos (y más los del sur) gastan para estas cosas tanta o más guasa que los hispanos. El caso es que la chanza pasó a ser término formal y en los ejércitos españoles se llamó en adelante “bisoño” al novato en armas e incluso ha pasado a designar al que es nuevo en cualquier otra lid o maña.

Pudo ser también (como pudo no ser) que, en el mismo escenario, a los veteranos y oficiales les dijeran ser bizzarri (vizzarru en napolitano), es decir: pendencieros, iracundos y bravucones, que es lo que “bizzarro” significaba en aquella lengua, y los aludidos se lo tomaran, sin embargo, por el lado “positivo”: bravos, valerosos y altaneros. Y con ese talante se incorporó "bizarro" al léxico español.



Casacas de los tercios españoles en Nápoles
Fuente: http://tercio1617.net46.net/armamentos.html
Para complicarlo más, los franceses (que, como digo, también andaban por allí) cruzaron, por similitud fonética, “bizzarro” con “bigarre”, que en lengua gala significa “de colorido vivo y variado” (de ahí proviene nuestro “abigarrado”). Siguiendo con la suposición, este cruce podría deberse a los uniforme de los tercios españoles que, ciertamente, abundaban en tonos chillones con amarillos, rojos y malvas.

En “Le thresor des trois langues, espagnole, francoise, et italienne”, diccionario trilingüe de 1616 (C. Oudin & J. Nicot), se llega a equiparar el francés “bisarre” (sic) con “bizzarro, fantàstico, cervellino” en italiano (colérico, cabeza hueca) y “bizarro, galán” en español; y además asimila estas definiciones con las de“bigarre”.
Thresor des trois langues, espagnole, francoise et italienne. 1616











Y en estas estábamos cuando llegaron los ingleses. Quienes a su vez adquirieron el vocablo, seguramente desde el francés, pero asumiendo, vayan ustedes a saber por qué, que significaba “aspecto extraño” de cosa o “comportamiento extravagante” de persona.

Con lo que nos plantamos en pleno siglo XVII con una palabra que significa una cosa distinta en cada uno de los cuatro principales idiomas del oeste europeo. Cinco si sumamos al portugués (que más o menos emplea el significado del castellano). Seis si incluimos al vascuence, donde la palabra “bizarra” significa “barba” (muchos autores consideran que es este el origen del vocablo, pero permítanme que esa teoría me la coja con papel de fumar: que dos palabras se parezcan mucho no siempre implica que estén etimológica y semánticamente emparentadas).

(En honor a la verdad, uno: no está claro que sea esta la secuencia histórica de la palabra, cuya etimología profunda se desconoce; y dos: aunque se documenta en inglés desde el siglo XVII, su empleo en esta lengua no se hace común hasta el XIX, y ya en esa fecha el significado en francés había mudado a “fantasque, extravagant, capricieux” según el Dicc. l'Académie française de 1762).

El caso es que el uso del término castellano, que nunca tuvo gran implantación, ha estado decayendo progresivamente desde entonces (quizá porque las batallas gloriosas a narrar eran cada vez menos y cada vez menos gloriosas); pero recientemente, sin duda auxiliado por la dominancia del idioma inglés, especialmente en internet, se produce un levísimo repunte en su empleo, pero ahora con el sentido anglófono de extraño, extravagante o estrafalario.
  • «…encuentro en el que cada uno de los presentes debe ir acompañado de un personaje bizarro o esperpéntico». (Europa Press, España, 5/2/2014)
  • «…coleccionistas e impulsores del cine fantástico, bizarro y de terror». (Página12, Argentina, 4/2/2014)
  • «Un aquelarre bizarro, vamos». (El País, España, 31/1/2014)
  • «En Compromís el nacionalismo bizarro del Bloc, ora de derechas ora fusteriano,…» (El Mundo, España, 30/1/2014) 
  • «En este México bizarro siempre es posible que lo mejor acabe siendo lo peor». (Tabasco Hoy, México, 22/1/2014)
Frecuencia de "bizarro" en libros en español 1600-2000
Fuente: Google Books
Como suele suceder, el avance del calco semántico ha disparado la censura indignada entre los guardianes del idioma que ahora se apresuran a clamar que “bizarro” en español tiene un rancio significado muy distinto del que se le viene en dar.

Pero no seamos hipócritas. Habíamos desterrado el término, lo teníamos sumido en la obsolescencia y confinado a la literatura caballeresca y decimonónica. Y las palabras tienen una comprensible vocación de subsistir, y si se les niega el uso nativo es lógico que se aferren al foráneo si en este se les hace algún caso.

¿Queremos que a “bizarro” se le dé el significado propio del español? ¡Pues usadlo entonces! ¡Promoved su uso vivo y cotidiano! Escribamos titulares como «El equipo se mostró bizarro y combativo ante el líder», «el ministro defendió su propuesta con bizarría y convicción» o «Bomberos y vecinos combatieron bizarramente las llamas hasta lograr controlar el incendio». No digáis que un vendedor es "agresivo", sino bizarro. No os compréis una falda "atrevida", sino bizarra. El idioma se defiende sacándolo a la calle.

Pero si olvidamos una palabra y la dejamos enmohecerse y languidecer no hay lugar a una defensa romántica y nostálgica de su recuerdo cuando aparece otra vez por la puerta, aunque sea en nueva guisa. Las lenguas funcionan así y, sinceramente, mayor riqueza es tenerla en el léxico vivo, aunque sea cambiando el significado, que no tenerla en absoluto.


Documentación adicional:
Fundeu: bizarro no significa raro sino valiente.
Bizarro en DPD
Discusión sobre la etimología de bizarro
Origen vasco o italiano
Etimología italiana de bizarro
Bizarre en francés, dicc. Littre



3 comentarios:

  1. Muy buena lectura. Desde Brasil, abrazo!

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  2. Me gustó la propuesta del vendedor bizarro, pero no creo que pegue...
    Un abrazo desde Santo Domingo

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